VATICANO,
Al recibir esta mañana a los obispos de la Conferencia Episcopal de Uganda al final de su visita ad limina, el Papa Benedicto XVI exhortó a promover la evangelización y la cultura católica arraigada en la familia, así como la solidaridad y la reconciliación en ese país. El Santo Padre también pidió cuidar y alentar a los sacerdotes, así como promover nuevas vocaciones a la vida consagrada.
Al inicio de su discurso el Santo Padre recordó primeramente a las personas afectadas por las recientes inundaciones en la región de Bududa en Uganda asegurando sus oraciones por los difuntos y para que Dios conceda "fortaleza y esperanza a todos los que están sufriendo las consecuencias de este trágico suceso".
Seguidamente se refirió a la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, celebrada el año pasado, que fue "memorable en su llamamiento a redoblar los esfuerzos al servicio de una evangelización más profunda de ese continente. El poder de la palabra de Dios y el conocimiento y el amor de Jesús, no pueden por menos que transformar la vida de las personas, cambiando para mejor su forma de pensar y actuar".
"A la luz del mensaje evangélico debéis ser conscientes de la necesidad de alentar a los católicos de Uganda a apreciar plenamente el sacramento del matrimonio en su unidad e indisolubilidad, y el sagrado derecho a la vida", dijo el Papa y animó a los obispos a ayudar a sus fieles a "resistir a la seducción de una cultura materialista y al individualismo, que ha echado raíces en muchos países" y "continuar exigiendo una paz duradera basada en la justicia, la generosidad con los necesitados y un espíritu de diálogo y la reconciliación".
"Al mismo tiempo que promovéis un auténtico ecumenismo estad cerca especialmente de los que son más vulnerables al avance de las sectas. Guiadles a rechazar los sentimientos superficiales y una predicación que vacía la cruz de Cristo de su poder; de esta manera, como pastores responsables, los mantendréis, al igual que a sus hijos, fieles a la Iglesia de Cristo", continuó el Santo Padre.
"Seguid apoyando a todos los que con corazón generoso ayudan a los desplazados y los huérfanos de las zonas asoladas por la guerra. Alentad a los que cuidan a personas afectadas por la pobreza, el SIDA y otras enfermedades enseñándoles a ver en aquellos a quienes sirven el rostro sufriente de Jesús", exhortó.