SANTIAGO,
La Conferencia Episcopal de Chile (CECh) dio a conocer hoy un mensaje titulado "En Ti, Señor, hemos puesto nuestra Fe" en el que animan a los católicos del país a "levantar el ánimo, recuperar las confianzas y trabajar unidos como pueblo" con renovada esperanza, ante la emergencia actual tras el terremoto del pasado 27 de febrero y sus sucesivas réplicas de los últimos días.
En el texto firmado por Mons. Alejandro Goic Karmelic y Mons. Santiago Silva Retamales, Presidente y Secretario General de la CECh, respectivamente, los prelados agradecen el trabajo de tantas personas por los afectados y resaltan la intensa labor de la red de Caritas.
"Necesitamos levantar el ánimo, recuperar las confianzas y trabajar unidos como pueblo. Además de reconstruir edificaciones y caminos, debemos purificar el alma que se fisura por el miedo, la violencia y el descontrol. Es tiempo de tender los puentes más seguros: aquellos que nos permiten reconocernos y abrazarnos como hermanos".
Seguidamente se refieren a los "los dolorosos e incomprensibles episodios de saqueo, pillaje y especulación" que "nos han puesto en un espejo que nos cuestiona en lo más profundo de nuestra formación y valores. Pero, al mismo tiempo, por estos días muchas personas se han preguntado: ‘¿Cómo estás?’, y se han preocupado por otros. Las pérdidas materiales, relevantes en otro contexto, parecen hoy un aspecto secundario cuando todo un país se duele junto a familias que sufren, que todo lo han perdido y que necesitan por parte nuestra una luz de esperanza".
Tras señalar que el consuelo ante los sufrimientos viene de Dios "que nos comunica su amor ofrendando por nosotros la vida de su Hijo. Por eso Él es nuestra esperanza, por eso en Él hemos puesto nuestra fe", los obispos recuerdan que "un país no se reconstruye con la pura suma de voluntades humanas. Un país necesita de lo mejor de su gente. Para quienes creemos en Cristo, fuente de Vida, Él es el mejor tesoro que podemos ofrecer a Chile, a la patria del Bicentenario, en este tiempo de Misión en el que hoy, más que nunca, queremos hacer de Chile una Mesa para todos".
Finalmente llaman a rezar "al Dios de misericordia, para que acoja en su presencia a quienes han fallecido. Presentémosle con confianza nuestras heridas y nuestra esperanza. Que Él cure las heridas y despierte en todos nosotros lo mejor de nuestra conciencia solidaria".