ROMA,
Joseph Roth fue un famoso novelista y periodista austriaco, judío, que desde el exilio a causa de la invasión nazi, produjo la mayoría de sus obras. Días después de la coronación de Pío XII como Sumo Pontífice, el escritor elogió su elección y destacó que el Papa Pacelli era el "enemigo de las bestias pre-apocalípticas" del nazismo que gobernaba Alemania.
En un artículo publicado por L’Osservatore Romano (LOR), se cita un texto publicado por Roth en marzo de 1939 –el mismo año en que moriría– en el "Österreichische Post", diario de la monarquía austro-húngara impreso en París, en el que relata su experiencia de haber estado en la Plaza de San Pedro el 12 de marzo en la inauguración del Pontificado.
"14 de marzo. El nuevo Papa ha sido coronado y así comienza en medio del año un nuevo año, una nueva década. A juzgar por la fisonomía y la postura, de asceta y hombre de mundo, este Papa parece representar, con un celo que tiene como bastión la renuncia, y una capacidad por descontada de renunciar, uno de los más antiguos ideales de la Iglesia, el espíritu diplomático, al cual no se puede abdicar nunca", escribe Roth.
En el mismo artículo, el escritor judío que de joven firmaba "Joseph el rojo" por su cercanía con el comunismo, señalaba que "las bestias pre-apocalípticas (nazis) que ahora dominan en la política ya presagian los verdaderos motivos por los cuales persiguen a la Iglesia. Él (Pío XII) es el único que los daña verdaderamente. Lo que es más, los que no temían a un Papa, le temen a este. Y no se limitan a presagiarlo, sino que ya saben por qué".
El artículo de LOR explica que este escrito de Roth, quien por su cercanía al comunismo firmaba "Joseph el rojo" en su juventud, constituye "una insólita apología del catolicismo, con el punto de vista de quien está inmerso en una fuga sin fin y busca la ayuda de las instituciones antiguas. Pocas líneas en las que celebra la diplomacia del Papa que fue Nuncio en Alemania, que había firmado el Concordato y 50 notas de protesta enviadas al gobierno nacional-socialista por sus repetidas violaciones. En resumen, lo conocía bien".
Roth también escribía en "Österreichische Post" algunos escritos en los que "polemizaba con los prejuicios marxistas y con la superficialidad de muchos editorialistas y observadores de las cosas vaticanas".