En audiencia para determinar el presupuesto del próximo año, el congresista republicano Christopher Smith, criticó la decisión de incluir al aborto en el plan de "salud" y explicó que esta práctica anti-vida nunca es segura porque siempre acaba con la vida de un niño y deja una profunda herida en la madre.
Smith explicó que para la Iniciativa Global de la Salud (GHI), los embarazos no deseados son considerados como una enfermedad. "El embarazo no es una enfermedad. El niño en el vientre no es un tumor o un parásito que debe ser eliminado", dice el congresista.
En su intervención, Chris Smith criticó el término "aborto seguro" como una absoluta contradicción, ya que en ningún caso el aborto puede ser seguro. Además de que se elimina una vida, si no llegara a haber daño físico para la madre, siempre quedan rezagos psicológicos.
Más de 100 estudios demuestran que como consecuencia del aborto, existe un significativo daño psicológico, además en comparación con aquellas mujeres que no han abortado, las que lo han hecho muestran un aumento de depresión y también intento de suicidio. El aborto también aumenta la posibilidad de cáncer a la mama en un 30 a 40 por ciento. Los mal llamados abortos seguros, causan otros daños como la perforación uterina, hemorragias, infecciones, esterilidad e incluso la muerte.
El congresista agregó que "las madres que han abortado tienden a tener luego hijos prematuros". Los nacimientos prematuros son la segunda causa de mortalidad infantil luego de las malformaciones genéticas.
Chris Smith mencionó que la mejor manera para prevenir la mortalidad materna es otorgarle a la madre el servicio necesario de salud. "El aborto por otro lado no resuelve nada; mata a niños, daña a mujeres, y por ningún motivo [el aborto] debería ser incluido por cualquier país como estrategia específica para reducir la mortalidad maternal", añade.