ROMA,
La tensión en las calles de Karachi, Pakistán, continúa luego de varios ataques a cristianos durante el fin de semana. El pasado 21 de febrero, 150 musulmanes atacaron un barrio cristiano en esta ciudad sureña. Los agresores atacaron iglesias, tiendas e incluso hogares de cristianos.
El Padre Edward Joseph de la Catedral de San Patricio de Karachi explicó en entrevista a la Agencia Fides la situación de la ciudad: "las personas estaban muy asustadas, ahora ya están más calmadas. Efectivamente, el clima en la ciudad es bastante tenso, especialmente entre los grupos musulmanes suní y chiítas, los cuales están en un punto de violencia extrema".
"Muchas veces las minorías religiosas –como los cristianos– son víctimas de estas tensiones. Luego de los disturbios del domingo, la policía tomó el control de la situación, y ahora patrullan las calles del vecindario; incluso las iglesias están siendo resguardadas", continuó.
"Esperamos que no haya más violencia. Todos los sacerdotes están en un retiro cuaresmal con el Arzobispo Evarist Pinto, rezando por la paz y armonía", finalizó.
Los disturbios comenzaron por una simple disputa entre un mercader musulmán y un comprador cristiano. La simple discrepancia generó un pleito abierto cuando el vendedor islámico llamó a otros musulmanes para "darle una lección al cristiano".
Los atacantes agredieron físicamente a cristianos en las calles, saquearon sus tiendas y también incendiaron carros. Asimismo dañaron dos templos protestantes.