VATICANO,
Al recibir el fin de semana a los dirigentes y al personal del ENAC (Ente Nacional para la Aviación Civil) y del ENAV (Ente Nacional para la Asistencia al Vuelo) de Italia, el Papa Benedicto XVI resaltó que "en cada proyecto y actividad, el primer capital que hay que salvaguardar y valorar es la persona en su integridad".
En su discurso el Santo Padre agradeció el trabajo que realizan y les recordó que la persona humana "debe representar el fin y no el medio al que tender incesantemente".
Seguidamente Benedicto XVI señaló que "el respeto de estos principios puede ser especialmente complejo y difícil en el contexto actual, a causa de la crisis económica, que provoca efectos problemáticos en el sector de la aviación civil, y de la amenaza del terrorismo internacional, que también tiene como objetivo los aeropuertos y los aviones para poner en práctica sus programas desestabilizadores".
"También en esta situación es necesario no perder nunca de vista que el respeto del primado de la persona y la atención a sus necesidades, no solo no hacen menos eficaz el servicio y no penalizan la gestión económica, sino al contrario, representan garantías importantes de verdadera eficacia y de autentica calidad", agregó.
El Pontífice subrayó también que "la Iglesia reserva para el mundo de la aviación civil una atención pastoral particular". El servicio de las capillas y los capellanes de los aeropuertos "se dirige principalmente al personal de vuelo y de tierra, a la policía, a los que trabajan en la aduana, los encargados de la seguridad y a los médicos, pero también a todos aquellos que pasan por los aeropuertos".
Seguidamente afirmó que "esta presencia recuerda que cada persona tiene una dimensión trascendente, espiritual y ayuda a reconocerse una sola familia, compuesta por sujetos que no están simplemente uno junto a otro, sino que estando en relación con los demás y con Dios, realizan una solidaridad fraterna fundada en la justicia y en la paz".