AMSTERDAM,
La organización de ayuda en Holanda, Solidaridad, está rompiendo sus relaciones con la Conferencia Episcopal de este país, en una clara opción por no seguir más la doctrina católica y poder subvencionar diversos proyectos anti-vida y anti-familia, algo que ha venido haciendo desde hace ya algunos años.
Solidaridad nació como una agencia católica. Hace unos 30 años hizo una opción clara por apoyar solamente causas relacionadas a la teología de la liberación. Paulatinamente esa opción fue derivando en el apoyo a proyectos netamente ideológicos, alejándose de las enseñanzas de la Iglesia, hasta llegar actualmente a la subvención de programas feministas que promueven el aborto y el mal llamado "matrimonio" homosexual.
Esta organización está escribiendo a todas las parroquias católicas en Holanda para que sigan donando su dinero a estas causas y seguir promoviendo su agenda anti-vida y anti-familia.
En conferencia de prensa, el Director de Solidaridad, Nico Rooze, señaló que "la moralidad de la Iglesia genera muchos problemas en áreas como la lucha contra el VIH y otras políticas poblacionales. La opinión de la jerarquía sobre las mujeres en la Iglesia y en la sociedad y sobre la homosexualidad son factores limitantes para la emancipación. (…) Todas las reglas están una vez más reforzadas".
El jefe de prensa Wim Peeters, vocero del Episcopado de Holanda, explicó que a Solidaridad se le presentó dos opciones: acercarse más a la Iglesia o convertirse en una agencia de ayuda como cualquier otra que contribuya con ella.
Inicialmente, Solidaridad escogió la segunda opción, indica Peeters. "Ahora parece que Solidaridad escogió una tercera opción. No quieren tener más contacto con la Iglesia Católica", explicó.