VATICANO,
Al recibir este mediodía (hora local) a los prelados de la Conferencia Episcopal de Rumania al final de su visita ad limina, el Papa Benedicto XVI exhortó a defender y promover las raíces cristianas de Europa, así como los valores que de ellas se desprenden para hacerle frente a los desafíos actuales referentes a la familia, la bioética y la ecología.
Al inicio de su discurso, el Papa recordó a los obispos, y tantos sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles "que en el tiempo de la persecución mostraron una unión tenaz a Cristo y a su Iglesia y conservaron su fe intacta".
Tras agradecer a los prelados su "generoso compromiso al servicio del renacimiento y del desarrollo de la comunidad católica" en Rumania y en la República de Moldavia, les animó a "proponer a los fieles un itinerario de fe cristiana madura y responsable, especialmente a través de la enseñanza de la religión, la catequesis, también de los adultos, y la preparación a los sacramentos".
Esto, continuó, "requiere la elaboración común de planes pastorales cuyo fin es el bien de las almas de todos los católicos de los diferentes ritos y etnias".
"En este Año Sacerdotal, os exhorto a ser siempre auténticos padres de vuestros presbíteros, cuidando la comunión entre vosotros y con ellos en un clima de afecto, de atención y de diálogo respetuoso y fraterno; preocupaos de sus condiciones espirituales y materiales, de su necesaria actualización teológica y pastoral".
Benedicto XVI subrayó que "los obispos tienen la tarea primordial de promover la pastoral vocacional y la formación humana, espiritual e intelectual de los candidatos al sacerdocio en los seminarios y en los otros institutos formativos, también mediante la elección atenta de los educadores y de los profesores. Hay que tener el mismo cuidado en la formación de los miembros de los institutos de vida consagrada, en particular de los femeninos".