MADRID,
El Arcipreste de Guadalajara (España) ha recibido la entusiasta respuesta de numerosas organizaciones católicas del sur del país para lanzar una campaña de defensa de la presencia de los crucifijos y otros símbolos religiosos en los espacios públicos.
El movimiento, según señalan los organizadores, surge como respuesta a la previsible Ley del Gobierno socialista que "regulará" la presencia de los símbolos religiosos fuera del ámbito privado, y que se teme que acabe por prohibirlos; y también a la luz de la controvertida sentencia del Tribunal de la Unión Europea que declaraba ilegal la presencia de la Cruz en las aulas de las escuelas.
Un centenar de organizaciones católicas de la región española se han adherido a un manifiesto que defiende que la presencia del crucifijo "en las aulas y otros espacios públicos", destacando que éste es "parte de nuestra identidad histórica, cultural, y espiritual cotidiana, y aún de la sociedad occidental".
Los firmantes del manifiesto recuerdan que la imagen de Cristo crucificado "es un signo que une a las personas, promueve los principios de igualdad, libertad y tolerancia, porque para Cristo todos los hombres somos hermanos, y por tanto iguales".
Las organizaciones firmantes incluyen a unas 40 asociaciones parroquiales, 16 cofradías y hermandades, 15 asociaciones juveniles católicas, una decena de movimientos eclesiales, así como colegios religiosos, asociaciones de padres de familias, e incluso algunas asociaciones vecinales y culturales no confesionales.
El manifiesto fue presentado esta semana por el Arcipreste de Guadalajara, el P. Ángel Luis Toledano, y por el delegado diocesano de Enseñanza, el P. Pedro Moreno, quienes han anunciado que el documento seguirá abierto a la recepción de nuevas adhesiones.