NUEVA YORK,
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en su sede de Nueva York, Mons. Celestino Migliore, resaltó en una reciente intervención que la familia es la base de la integración social, por lo cual debe ser defendida y promovida.
En su discurso en la 48° sesión ante la Comisión para el Desarrollo Social, el Arzobispo se refirió inicialmente a la necesidad de combatir la actual crisis económica con leyes adecuadas y políticas justas, así como con la promoción del empleo para todos. Asimismo advirtió que "el desarrollo social y la integración no se generarán solamente con soluciones tecnológicas, ya que estos temas se refieren primariamente a las relaciones humanas".
En este contexto y tras explicar que el crecimiento de la población no es una causa de pobreza sino "un medio para superarla", el Nuncio alentó a defender la vida y la apertura de la sociedad a ella. Seguidamente resaltó que "promover la vida y la familia e ir encontrando formas para integrar la contribución de todas las personas permitirá que las sociedades se den cuenta de todo su potencial y logren el desarrollo".
"Por esta razón, la familia ocupa un lugar central. La familia es el primer contexto en el que los niños aprenden ciertas habilidades, actitudes y virtudes que los preparan para ser luego fuerza de trabajo y así contribuir al desarrollo económico y social", dijo el Prelado.
El Arzobispo dijo además que "la educación y la formación es una inversión a largo plazo. Requiere que las políticas que promueven a la familia estén basadas no solamente en la redistribución sino sobre todo en la justicia y la eficiencia y asuman la responsabilidad por las necesidades económicas y fiscales de las familias".
Tras expresar su preocupación por el creciente fenómeno migratorio y los desafíos que plantea en cuanto a la integración y cohesión social, Mons. Migliore explicó la necesidad de afrontarlos "con el total respeto a los derechos fundamentales de todos" en el marco de "una cultura de justicia social".