MÉXICO D.F.,
En una carta dirigida recientemente a los miembros de la Legión de Cristo, el Director general de los Legionarios de Cristo, P. Álvaro Corcuera, LC, ha enviado un mensaje a los miembros de la congregación fundada por el P. Marcial Maciel Degollado, pidiendo que la caridad prime en las discusiones internas sobre el rumbo que debe seguir la familia espiritual.
A raíz de un creciente intercambio de correos electrónicos entre legionarios de diversas regiones, en los que ventilan diferencias sobre el papel que debe cumplir el fundador en el futuro de la congregación y las medidas para impedir situaciones similares en el futuro, el P. Corcuera llamó a los miembros de la congregación a "consolarnos y acompañarnos mutuamente; ser cirineos unos de otros. Vencer nuestras penas fortaleciendo a nuestros hermanos".
"Queridos, muy queridos hermanos, les ruego que nos ayudemos entre todos a vivir este don de la paz, animándonos mutuamente, comprendiéndonos, queriéndonos de corazón, perdonándonos mutuamente, no recriminándonos ni juzgándonos, ni mucho menos humillándonos"; dice el mensaje del Director general, en respuesta al intercambio en el que algunos legionarios expresan críticas a los dirigentes que habrían sido cómplices de las inconductas del fundador.
Un veterano legionario que habló con ACI Prensa para proporcionar información de contexto, explicó que el P. Corcuera ha preferido solicitar el fin del intercambio electrónico que llevaba cerca de un mes; y en el que se expresaban "con caridad pero con energía", dos posiciones diversas frente al futuro de la congregación.
Según la fuente, "se trata de diferencias que más o menos corren por líneas culturales y lingüísticas", en la que algunos legionarios, en su mayoría angloparlantes, solicitan una discusión abierta sobre los errores del P. Maciel y un cambio de la "cultura interna"; mientras otro grupo, en su mayoría hispano y luso-parlante, considera que los pecados del fundador deberían dejarse en el pasado y procurar corregir los males "con una mayor fidelidad de los miembros al espíritu fundacional".
El intercambio de correos, sin embargo, motivó una segunda carta del P. Corcuera, fechada el 24 de enero de 2010, en la que pide poner fin al debate electrónico.