LAHORE,
La Comisión Nacional por la Justicia y la Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán condenó el asesinato de una joven cristiana de 12 años por parte de su empleador musulmán, quien intentó sobornar a la familia para que no dijera nada y que habría presionado a la policía local para dilatar las investigaciones y así tener tiempo de escapar de la justicia.
La joven Shazia Bashir fue asesinada por Chaudhry Muhammad Naeem, un adinerado abogado musulmán de la ciudad de Lahore en la provincia de Punjab, una de las ciudades que más dinero mueve en el país.
Naeem, explican, fue además presidente de la Lahore Bar Association de la mencionada ciudad hace algunos años.
El Arzobispo de Lahore, Mons. Lawrence John Saldanha, explicó al respecto que éste no es un incidente aislado, ya que quienes realizan trabajos domésticos suelen vivir en medio de la violencia. Además, dijo en una declaración, hay más de 10 millones de niños trabajando como empleados domésticos en el país, lo cual viola rotundamente las leyes laborales infantiles.
Según fuentes cristianas de la localidad, la niña fue violada y torturada antes de morir. Indican además que la policía no hizo nada al respecto a causa de la religión de la pequeña y la pobreza de su familia; y dado que el asesino es un influyente abogado quien trató de sobornar a los familiares de Shazia con 250 dólares para escapar luego con su familia tras el rechazo de su maniobra.
Actualmente Chaudhry Muhammad Naeem y otros cinco implicados en el asesinato de la pequeña cristiana ya han sido arrestados.