VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recordó su peregrinación a Tierra Santa, e hizo un llamado que se respete el "derecho a la existencia del Estado de Israel sea reconocido por todos" y que "el pueblo palestino vea reconocido su derecho a una patria soberana e independiente, a vivir con dignidad y a desplazarse libremente", al tiempo que pidió por la paz en la región y en todo el mundo.
En su discurso al cuerpo diplomático ante la Santa Sede, el Santo Padre también pidió proteger "la identidad y el carácter sagrado de Jerusalén, cuya herencia cultural y religiosa tiene un valor universal. Sólo así, esta ciudad única, santa y atormentada, podrá ser signo y anticipo de la paz que Dios desea para toda la familia humana".
Benedicto XVI también alentó "a los gobernantes y ciudadanos de Irak a superar las divisiones, la tentación de la violencia e intolerancia, para construir juntos el futuro de su país".
Las comunidades cristianas, dijo luego, "quieren también ofrecer su aportación, pero para ello es necesario que se les asegure respeto, seguridad y libertad. Pakistán ha sido también golpeado duramente por la violencia en los últimos meses y ciertos episodios han afectado directamente a la minoría cristiana. Pido que se haga todo lo posible para que dichas agresiones no se vuelvan a repetir y que los cristianos puedan sentirse plenamente integrados en la vida de su país".
"Por otra parte, a propósito de la violencia contra los cristianos, no puedo dejar de mencionar el deplorable atentado que en los últimos días ha sufrido la comunidad copta egipcia, precisamente cuando celebraba la fiesta de Navidad. En cuanto a Irán, espero que, a través del diálogo y la colaboración, se encuentren soluciones comunes tanto a nivel nacional como en el ámbito internacional. Deseo que el Líbano, que ha superado una larga crisis política, continúe por la vía de la concordia".
El Papa también expresó su deseo que en "Honduras, después de un tiempo de incertidumbre y agitación, se encamine hacia la recuperación de la normalidad política y social. Deseo que, con la ayuda desinteresada y efectiva de la comunidad internacional, suceda lo mismo en Guinea y Madagascar".