KÖNIGSTEIN,
El Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, dio a conocer la dramática situación de la población cristiana en Irak que ha tenido que huir al norte kurdo y en donde sufren por la falta de agua potable, atención médica, electricidad, trabajo, lo que los arrastra a "salir del país para buscar algo mejor".
En declaraciones a la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) y tras una serie de ataques anticristianos entre Navidad y Año nuevo, el Prelado explicó que en Kurdistán "si bien la seguridad es buena, no hay trabajo, no hay servicios en las instalaciones construidas por el gobierno kurdo. Por ello muchas familias están dejando el país para buscar algo mejor".
Tras comentar que actualmente "todos los grupos políticos están ocupados con las elecciones" y que "hay una fuerte lucha por el poder", el Arzobispo expresó su "confusión" por los recientes ataques a los cristianos en Mosul, que afectaron a varias iglesias, fallecieron tres personas y otra fue secuestrada de la universidad local.
Al respecto, Mons. Sako indicó que "algunos ataques buscan posponer las elecciones o cancelarlas o incluso determinar lo que vaya a suceder en ellas".
A pedido de la Santa Sede que desea que se apoye más a los cristianos en Medio Oriente, AIN ha colaborado con unos 50 mil euros para las familias en la época de Navidad en la ciudad norteña de Zakho.