ROMA,
El Obispo de Mostar-Duvno (Bosnia-Herzegovina), Mons. Ratko Perić, explicó que la reciente visita del Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn, a Medjugorge, no significa el reconocimiento de la "autenticidad" de las apariciones marianas y que, lamentablemente, podría ser interpretada como un gesto de apoyo a un grupo de católicos "en desobediencia eclesiástica".
En un texto firmado por Mons. Perić, el Prelado explica que la reciente visita pública del Cardenal a finales de diciembre, así como sus expresiones sobre el hecho que las apariciones "no son obra humana", y su visita a la "vidente" Marija Lunetti, lo han dejado "no poco sorprendido".
Esta sorpresa, explica el Prelado bajo cuya jurisdicción se encuentra Medjugorge -cuya autenticidad aún no ha sido declarada oficialmente por la Iglesia- se debe a que "existe entre nosotros los obispos cierto protocolo eclesiástico: el obispo o el cardenal que desea venir de otra diócesis y aparecer públicamente, se anuncia en primer lugar al obispo local, hecho sugerido también por la prudencia eclesial. Considero además que tal prudencia eclesial y tal regla habitual han debido aplicarse especialmente en este caso".
"Estoy sorprendido porque de la oficina del Cardenal Schönborn hasta la publicación de esta declaración no se ha anunciado nada y supongo que el Cardenal conoce la actitud de la Iglesia en Medjugorje, actitud basada en las investigaciones y las conclusiones, de que no se puede afirmar que se trata de ‘apariciones’ o ‘revelaciones sobrenaturales’".
Seguidamente explica que su visita al "cenáculo" y a una disidente "quien, además, como religiosa no tiene permiso de operar en el territorio de esta diócesis, se podría interpretar también como apoyo a ella. No solo a ella, sino también a un conspicuo número de nuevas comunidades y asociaciones de fieles desobedientes, en Medjugorje, que en la visita del Cardenal pueden leer un aliento a su desobediencia eclesiástica".