VATICANO,
Al dirigir esta mañana su discurso en el tradicional encuentro por Navidad con los cardenales, arzobispos, obispos y miembros de la Curia Vaticana, el Papa Benedicto XVI señaló que este 2009 ha transcurrido "bajo el signo de África" y la necesidad de vivir y trabajar por la reconciliación en todos los rincones del mundo.
Al comenzar su discurso, el Santo Padre recordó, entre los acontecimientos de 2009, la conclusión del Año Paulino y la apertura del Año Sacerdotal, afirmando que tanto en San Pablo y el Santo Cura de Ars "se manifiesta el amplio alcance del ministerio sacerdotal".
Seguidamente resaltó que este 2009 ha transcurrido "bajo el signo de África", comenzando por el viaje apostólico a Camerún y Angola, donde en el encuentro de la población con el Papa "se podía experimentar la Iglesia universal, la comunidad que abraza al mundo y que Dios reúne mediante Cristo, la comunidad que no se basa en intereses humanos, sino que la atención amorosa de Dios por nosotros nos ofrece".
En África, "las celebraciones de la Sagrada Eucaristía eran verdaderas fiestas de fe "caracterizadas por el sentido de lo sagrado, del misterio presente de Dios viviente que plasmaba cualquier gesto". Benedicto XVI recordó también su encuentro con los obispos africanos y la inauguración del Sínodo para África mediante la entrega del Instrumentum laboris para el Sínodo de los Obispos.
Durante esos encuentros "se hizo patente, en primer lugar, la fuerza teológica y pastoral del Primado Pontificio como punto de convergencia para la unidad de la familia de Dios", mientras que ya en el Sínodo celebrado en octubre en Roma "emergió todavía con más fuerza la importancia de la colegialidad, de la unidad de los obispos".