ROMA,
El editorial de hoy del diario italiano Il Foglio, dirigido por el agnóstico Giuliano Ferrara, destaca el "ecologismo" del Papa expresado en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz dado a conocer ayer, que tiene a Dios como punto central de referencia y al hombre como señor de la creación; y explica también que esta posición es distinta y superior a la planteada por el ex Vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore.
En el editorial titulado "El Papa denuncia la crisis ecológica pero no se inscribe en la iglesia de Al Gore" (quien ganara el Premio Nobel de la Paz en 2007 por su activismo sobre el cambio climático) se resalta que Benedicto XVI denuncia una serie de desafíos relacionados a la naturaleza, y precisa que "afirmar la crisis ecológica no significa compartir la religión ambientalista o el ambientalismo como religión".
"La fe del Papa –prosigue el editorial de Il Foglio– es distinta, impregnada por la trascendencia de un Dios que crea al hombre a su imagen y semejanza para confiarle la naturaleza, y evidentemente no necesita creencias sustitutas, ni ideologías encubiertas por la ciencia".
Al contrario, dice el texto, "el Papa advierte sobre el peligro de absolutizar la naturaleza y conferirle un primado sobre la persona, cosa fácil de hacer si la persona no fuese más que una partícula de la naturaleza o si se considera la ideología reduccionista y determinista que excluye, además de la certeza científica, la libertad autoconsciente de la humanidad".
El editorial resalta luego que "egocentrismo y biocentrismo son las palabras elegidas (por Benedicto XVI) para explicar que el medio ambiente y la vida vegetal y animal son parte de un diseño en el que el hombre y la mujer están a cargo de su gobierno y custodia, en cuanto criaturas humanas diferenciadas en el plano del ser, de su constitución física y metafísica, respecto a la creación confiada a sus manos".
"Benedicto XVI –prosigue Il Foglio– habla de un ‘panteísmo con acentos neopaganos que hacen derivar solo de la naturaleza, en el sentido puramente naturalista, la salvación del hombre’. Esta no puede no ser la gramática de fe un pastor, del buen pastor de los católicos. Es también un indicio de civilidad y de cultura, una sintaxis interesante para nosotros los laicos y modernos (y postmodernos)".