VATICANO,
Al recibir esta mañana las cartas credenciales del nuevo Embajador de Cuba ante la Santa Sede, Eduardo Delgado Bermúdez, el Papa Benedicto XVI alentó a que se den cada vez más "signos concretos de apertura al ejercicio de la libertad religiosa, tal como se ha venido haciendo en los últimos años".
En su discurso y tras recordar las palabras del Siervo de Dios, Juan Pablo II, en su histórico viaje a la Isla en la que dijo "Que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba", Benedicto XVI recordó que entre estos signos concretos de libertad religiosa están "la oportunidad de celebrar la Santa Misa en algunas cárceles, la realización de procesiones religiosas, la reparación y devolución de algunos templos y la construcción de algunas casas religiosas".
El Papa también resaltó "la posibilidad de contar con seguridad social para los sacerdotes y religiosos. Así la comunidad católica ejercerá con más soltura su específica tarea pastoral".
"Con vistas a avanzar en este camino, sobre todo en beneficio de los ciudadanos cubanos, sería también deseable que se pudiera continuar dialogando para fijar conjuntamente, siguiendo formas similares a las que se establecen con otras Naciones y respetando las características propias de su País, el marco jurídico que defina convenientemente las relaciones existentes y nunca interrumpidas entre la Santa Sede y Cuba, y que garantice el desarrollo adecuado de la vida y la acción pastoral de la Iglesia en esa Nación".
El Santo Padre también se refirió al tema de la crisis económica internacional y sus efectos en Cuba, ante la que las autoridades han de recordar que "el primer capital que se ha de salvaguardar y salvar es el hombre, la persona en su integridad".
Tras resaltar la labor de la Iglesia en Cuba ante esta crisis, Benedicto XVI se refirió a las celebraciones del 4° centenario del "hallazgo y presencia de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Madre y Patrona de Cuba" que es depositaria de "un extraordinario patrimonio espiritual y moral que ha contribuido a forjar de manera decisiva el ‘alma’ cubana, dándole carácter y personalidad propia".