BUENOS AIRES,
El Obispo de San Isidro (Argentina), Mons. Jorge Casaretto, invitó a los fieles a vivir el tiempo de Adviento y Navidad con una conversión y apostolado renovado, para que "sea el comienzo de una nueva etapa en nuestras comunidades: que las personas puedan saber que Dios es bueno y nos ama, a través de nuestros gestos concretos de cercanía y amor".
El Prelado se refirió así en una carta pastoral en la que recordó el documento de Aparecida y señaló a los fieles que ser discípulos y misioneros "son dos caras de una misma moneda", por lo que este tiempo de Adviento debe servir para "renovarnos interior y exteriormente".
"Si la conversión es verdadera, tiene que traducirse en actitudes concretas. La conversión pastoral se expresa en la firme intención de asumir la forma de evangelizar de Jesucristo en todo lo que hacemos. Forma que exige, del evangelizador, la acogida cordial, la disponibilidad, la pobreza, la bondad y la atención a las necesidades de los demás", agregó.
Asimismo, Mons. Casaretto señaló que "hoy, fundamentalmente, en nuestra cultura la dignidad de la vida se juega en la inclusión como remedio a la exclusión; y la comunión como salida al aislamiento. Estas deben ser metas de nuestra actividad misionera".
"Quisiera que empezáramos éste camino de reflexión y conversión en el tiempo de Adviento. Así como hemos conocido el rostro misericordioso y bondadoso del Dios-con-nosotros, a través de la vida de Jesús, a quien celebramos nacido en Belén; quisiera que este tiempo de Adviento y Navidad sea el comienzo de una nueva etapa en nuestras comunidades", indicó.
Finalmente, el Prelado invitó a los fieles a participar de la Misa de Vísperas de la Inmaculada Concepción de la Virgen María el lunes 7 de diciembre, desde las 08:30 p.m. en la Catedral, en la cual Mons. Oscar Vicente Ojea asumirá como Obispo Coadjutor.