Una prominente coalición de más de 150 líderes cristianos: obispos católicos, ministros evangélicos y diversos académicos han firmado la "Declaración de Manhattan", un manifiesto en el que instan a defender la sacralidad de la vida humana, el matrimonio y la libertad religiosa.
Esta declaración dada a conocer recientemente es un "fuerte llamado" a los cristianos de Estados Unidos para adherirse a la misma e informa a las autoridades civiles que los firmantes "bajo ninguna circunstancia" abandonarán su conciencia cristiana.
"Somos cristianos los que nos hemos reunido yendo más allá de las líneas de las diferencias eclesiales para afirmar nuestro derecho –y lo que es más importante, subrayar nuestra obligación– de hablar y actuar en defensa de estas verdades. Señalamos a nuestros hermanos creyentes que ningún poder de la tierra, cultural o político, nos intimidará con el silencio o la aquiescencia", dice la declaración.
Los firmantes explican que reconocen "el deber de cumplir con las leyes (…) a menos que estas normas sean gravemente injustas o requieran que quienes las cumplan hagan algo injusto o inmoral".
Asimismo precisan que "no cumpliremos ninguna norma que obligue a nuestras instituciones a participar en abortos, investigaciones que destruyan embriones, suicidio asistido y eutanasia, o cualquier acto anti-vida; ni tampoco bendeciremos uniones inmorales que quieran equipararse al matrimonio, ni nos callaremos para proclamar la verdad, que conocemos, sobre la moralidad y la inmoralidad, del matrimonio y la familia".
"Siempre y totalmente daremos al César lo que es del César, pero bajo ninguna circunstancia daremos al César lo que es de Dios", precisan.