ROMA,
El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Rino Fisichella, explicó, a partir del trabajo de dos connotados científicos, que las células estaminales adultas superan largamente en ventajas a las células estaminales embrionarias, no tienen inconvenientes éticos y sí están contribuyendo en el avance de la cura de enfermedades degenerativas como el Parkinson.
En un artículo publicado en L’Osservatore Romano titulado "Adultas es mejor", el Arzobispo cita el trabajo de dos connotados investigadores: el estadounidense James Thomson y el japonés Shinya Yamanaka. Este último logró generar células estaminales adultas en ratones y luego en piel humana, a las que llamó IPS (células estaminales inducidas pluripotentes), lo que constituye un gran avance en la investigación.
Mons. Fisichella resalta que "la técnica de producción de las células IPS ha permitido realizar algo que era impensable en materia de biología celular: hacer pasar células adultas diferenciadas al estado de células inmaduras, indiferenciadas, de tipo embrional".
Actualmente, subraya, "cerca de 300 laboratorios en todo el mundo estudian estas células y lo que llama la atención es que numerosos equipos de investigación han pasado del estudio de células estaminales embrionarias a las IPS".
El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida subraya luego que las células estaminales adultas superan claramente a las embrionarias en tres aspectos.
"El primero es de orden ético –afirma– ya que las IPS no son obtenidas tras la destrucción de la vida humana de embriones vivos (como sucede en el caso de las embrionarias)". "Con la llegada de las IPS, por lo tanto, se puede considerar cerrado el debate ético que ha conmocionado a los opinión pública, los parlamentos y la comunidad científica", añade.