VATICANO,
En su mensaje a los participantes de la asamblea plenaria de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, dado a conocer hoy, el Papa Benedicto XVI resaltó la necesidad de la unidad de los cristianos para la tarea de la evangelización, especialmente en los "centros neurálgicos de la sociedad del tercer milenio".
En el texto enviado al Cardenal Ivan Dias, Prefecto de este dicasterio, el Santo Padre se refiere al tema de la asamblea "San Pablo y los nuevos areópagos" y recuerda que la referencia a estos "constituye una invitación urgente para saber valorar los ‘areópagos’ de hoy, donde se afrontan los grandes desafíos de la evangelización".
Benedicto XVI resalta que "la actividad misionera de la Iglesia se debe orientar hacia los centros neurálgicos de la sociedad del tercer milenio. No hay que minusvalorar el influjo de una difusa cultura relativista, la mayoría de las veces carente de valores, que entra en el santuario de la familia, se infiltra en el campo de la educación y en otros ámbitos de la sociedad y los contamina, manipulando las conciencias, especialmente las de los jóvenes. Al mismo tiempo, sin embargo, a pesar de estas insidias, la Iglesia sabe que el Espíritu Santo está siempre en acción".
"Se abren nuevas puertas al Evangelio y se va extendiendo en el mundo el deseo de una auténtica renovación espiritual y apostólica. Como en otras épocas de cambio, la prioridad pastoral es mostrar el rostro real de Cristo", que "exige que cada comunidad cristiana y la Iglesia en su conjunto ofrezcan un testimonio de fidelidad a Cristo, construyendo pacientemente aquella unidad querida por Él e invocada por todos sus discípulos. La unidad de los cristianos facilitará la evangelización y la confrontación con los desafíos culturales, sociales y religiosos de nuestro tiempo".
El Papa anima luego a "imitar el estilo de vida y el mismo espíritu" apostólico de San Pablo, quien estuvo siempre "centrado totalmente en Cristo".
"Con esta adhesión completa al Señor, los cristianos podrán transmitir más fácilmente a las generaciones futuras el patrimonio de la fe, capaz de transformar también las dificultades en posibilidades de evangelización", concluye.