ROMA,
La joven escritora de fe islámica Randa Ghazy escribió un artículo titulado "Yo musulmana, defiendo el crucifijo", en el que expresa su oposición al fallo de la Corte europea de Estrasburgo que prohíbe los crucifijos en las escuelas de Italia. El texto aparecerá en la edición de diciembre de la revista Mondo e Missione (Mundo y Misión); publicación mensual del Pontificio Instituto Missioni Estere.
En el artículo, Ghazy asegura que uno de los recuerdos más bellos de su infancia y adolescencia es el de un sacerdote de nombre Bruno y unas religiosas. "Iba con frecuencia al oratorio con mi hermanito y las hermanas nos trataban con mucha gentileza y un primor incomparables", sostiene.
Randa recuerda también en Mondo e Missione que "el Padre Bruno nos hacía reír de verdad. Cuando llegaba el momento de la Misa, mi hermano y yo nos refugiábamos para jugar fútbol de mesa y comer algunos caramelos. El Padre Bruno, cada día, nos pedía acercarnos a los otros niños que estaban por allí en la iglesia, a lo que nosotros declinábamos con un poco de vergüenza".
"Un día –prosigue la joven musulmana– el padre nos dijo: ‘¿y por qué no vienen y dicen sus oraciones?’ Y así fue. En la Misa, yo y mi hermano recitábamos despacio las suras del Corán. De manera que, el crucifijo, en todos los tipos que recuerdo (desde la primaria hasta el fin del colegio) siempre fue para mí un símbolo de seguridad, una proyección de la grandeza del corazón de Cristo, y en parte también, del Padre Bruno".
Por ello, continúa el texto que será publicado en Mondo e Missione de diciembre, Ghazy señala: "apoyo y aliento todo posible debate entre los ciudadanos musulmanes y cristianos, toda discusión sobre la laicidad del Estado, pero en el respeto a los grandes modelos de humildad que cada uno puede encontrar en su pasado y en sus vivencias. Es decir, en el respeto recíproco".
"Apago la televisión, para no ver las continuas agresiones verbales, recuerdo al Padre Bruno y sonrío, pensando en aquellos dos pequeños musulmanes que se miraban uno al otro en aquella bella iglesia. Nostalgia, casi, de los años noventa", concluye Randa Ghazy.