El IV Congreso Internacional Provida, que se clausuró ayer en el Auditorio de la capital aragonesa, ha aprobado la Declaración de Zaragoza, un documento dirigido a los poderes públicos y a la sociedad en general, en el que se insta a los gobiernos a "trabajar eficazmente para ayudar a las mujeres embarazadas".
Así lo explicó el profesor de Sociología de la Universidad de Valencia y miembro del Comité Permanente de los Congresos Internacionales Provida, José Pérez Adán, durante una rueda de prensa en el Auditorio de Zaragoza, donde se celebró este congreso, que lleva por lema "Sensibilización: una sinfonía por la vida", desde el pasado viernes.
"Todavía no existe una plataforma internacional en la que participen los gobiernos y que se dedique a ayudar sanitaria y económicamente a las mujeres embarazadas", aseguró Pérez Adán.
También relacionado con este asunto, se refirió a la "necesidad de internacionalizar la ayuda a la maternidad". A su juicio, "la ayuda a las mujeres embarazadas debe traspasar las fronteras de nuestro país y llegar al resto del mundo".
Asimismo, Pérez Adán destacó otro aspecto que recoge la Declaración de Zaragoza, la propuesta de calificar con el neologismo 'mega-genocidio' "los más de 800 millones de muertes provocadas hasta el momento por abortos 'legales' en los países que lo han autorizado".
"El aborto es la causa de muerte que más víctimas ha provocado en la historia de la humanidad", continuó Pérez Adán al señalar que ocasiona "50 millones de víctimas al año". Por ello, con esta denominación quieren que estos muertos sean reconocidos como "víctimas humanas de acciones humanas".