BUENOS AIRES,
La Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su deseo de que el Día del Enfermo, que se recuerda el segundo domingo de noviembre, sea una instancia para "luchar por la vida con todos los medios que estén a nuestro alcance" y que "despierte en nuestras comunidades un fuerte sentido de solidaridad".
"Que ya los niños descubran la misteriosa presencia de Jesús en los hermanos enfermos. Que los jóvenes, especialmente las chicas consideren que el Señor podría llamarlas para consagrarse a la defensa y cuidado de la vida. Que nuestros parientes enfermos y ancianos puedan confiar en la generosidad de sus hermanos y sus hijos. Y que puedan contar con la cercanía de los sacerdotes y amigos de nuestras comunidades eclesiales", indica el texto firmado por el Presidente de esta comisión y Obispo de Quilmes, Mons. Luis Stöckler.
Tras recordar el peligro de la gripe AH1N1, el Obispo comentó que esto ha sido "motivo para aprender a ser responsables y protegernos mutuamente. Tanto más nos estremece cuando, los que están afectados por una grave enfermedad, son condenados a muerte con prácticas criminales por el comercio de fármacos falsos, que involucra a importantes sectores públicos".
Mons. Stöckler hizo hincapié en el lema para esta jornada, al subrayar que "el enfermo debe ser centro y protagonista de nuestro encuentro. Él tiene algo que decirnos. El prestar atención a lo que nos manifiesta, nos dispone a compartir su vida y sostenerla. Por la palabra del Señor sabemos, que en cada enfermo visitamos a Cristo mismo".
Tras señalar que "la espiritualidad cristiana está orientada a la salud en sentido total; porque tiende a la restauración del hombre entero en Cristo. Amar al enfermo significa compartir su anhelo de sanarse", llamó a "luchar por la vida, con todos los medios que estén a nuestro alcance, es la manera cómo se manifiesta la autenticidad de nuestro amor".
Finalmente el Prelado animó a ayudar al enfermo a encontrarse con Cristo y ver junto a Él a "su Madre quien nos ayuda a acoger y completar las vivencias de su Hijo, y participar así en la redención del mundo".