VATICANO,
El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, señaló que la sentencia del tribunal de la corte europea de Estrasburgo vetando los crucifijos en las aulas italianas es lamentable y "verdaderamente una pérdida" ya que es necesario "conservar los signos de nuestra fe para quien cree y para quien no cree también".
En sus declaraciones de esta mañana, el Purpurado denunció además que "esta Europa del tercer milenio nos deja solo las calabazas de las fiestas recientemente celebradas y elimina los símbolos más queridos".
Tras expresar su aprecio por la iniciativa del gobierno italiano, que ha anunciado un recurso contra la decisión de los jueces europeos, el Cardenal Bertone recordó que el crucifijo "es símbolo de amor universal, no de exclusión sino de acogida".
"Me pregunto si es que esta sentencia es un signo de razonabilidad o no", concluyó.
Por su parte, L'Osservatore Romano recuerda en su edición de hoy las palabras de Natalia Ginzbug, quien el 22 de marzo de 1988 escribía en "l'Unitá", el diario fundado por Antonio Gramsci del Partido Comunista Italiano que "el crucifijo no genera ninguna discriminación. Es la imagen de la revolución cristiana que ha difundido por el mundo la idea de la igualdad entre los hombres".
Estas palabras, dice LOR, "a más veinte años de distancia, expresan un sentimiento todavía bastante compartido en Italia" como el anuncio del gobierno de apelar la sentencia. "El mundo político ha evidenciado casi unánimemente la falta de buen sentido de este fallo, reiterando que la laicidad de las instituciones es un valor muy distinto a la negación del rol del cristianismo", añade.