OTTAWA,
Un reciente estudio realizado en Canadá reveló que los niños y adolescentes sí escuchan y quieren aprender de sus padres la tan necesaria educación sexual para vivir una recta sexualidad.
Una de las conclusiones del estudio realizado por el Institute of Marriage and Family Canada (Instituto de Matrimonio y Familia Canadá-IMFC) señala que "si bien parece desalentador ver algunas correlaciones entre las conductas de la familia hace algunos años y la actividad sexual de sus hijos actualmente, las noticias son positivas: los adolescentes sí escuchan y quieren escuchar a sus padres, como indican las encuestas".
Esta investigación, conducida por el Dr. Frank Jones, se realizó en base a las estadísticas del National Longitudinal Survey of Children and Youth (Encuesta nacional entre niños y jóvenes) explica que los datos de la investigación se tomaron de un estudio realizado entre niños de seis a once años, a quienes se entrevistó nuevamente ocho años después, ya como adolescentes, en donde se muestra que el estilo de vida de los padres influye directamente en la vida sexual de sus hijos.
Los datos muestran, entre otras cosas, que las hijas de padres bebedores tenían un 38 por ciento más de probabilidades de ser sexualmente activas, mientras que un 22 por ciento más de fumadores se encontraban en la misma situación.
El estudio resalta además que "un estilo de vida de los padres que es cálido, comunicativo, cercano y que se involucra con sus hijos estableciendo límites, protege a los adolescentes de estar en situaciones de riesgo y los ayude a desarrollarse como adultos saludables y autónomos", postergando su iniciación sexual.
Tras recordar que "las conductas de los padres y sus actitudes durante la infancia de sus hijos moldean las opciones sexuales en su etapa de adolescentes", el estudio revela que los niños criados en un ambiente de fe tienen 40 por ciento menos probabilidades, que el promedio nacional de Canadá, de ser sexualmente activos