VATICANO,
En una enérgica nota aclaratoria publicada este sábado, el P. Federico Lombardi S.J., Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, aclaró que el tema del celibato en la Iglesia no está en discusión con la inclusión de los Anglicanos en la Iglesia Católica, y citó al respecto una importante clarificación del Cardenal William Joseph Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En la nota publicada en inglés, el P. Lombardi se refirió a las “numerosas especulaciones” que señalan que el retraso en la publicación de la Constitución Apostólica que establecería los ordinariatos apostólicos para los Anglicanos que entran en plena comunión con la Iglesia, se debería a razones “más que técnicas”… implicando que “existen un tema de fondo muy serio en el retraso, en concreto, desacuerdos sobre si el celibato será o no la norma para el futuro clero incluido por la previsión”.
Respondiendo a estas especulaciones, que incluyen insinuaciones en el sentido que la aceptación de los Anglicanos implicaría abrir la discusión del tema del celibato en el rito latino, el P. Lombardi ofreció el comentario oficial del Cardenal Levada, quien señala que la Constitución Apostólica del Papa Benedicto XVI sobre el tema está lista “a finales de la primera semana de noviembre” y su retraso es “puramente técnico en el sentido de asegurar coherencia canónica en el lenguaje y las referencias”.
El Prefecto revela además que el actual borrador de la Constitución, en su artículo VI, incluye claramente dos puntos que establecen:
1- los Anglicanos casados que ocupan funciones ministeriales y que, tras observarse que no existen impedimentos, aspiran a recibir las sagradas órdenes en la Iglesia, se seguirán las normas establecidas por la Encíclica del Papa Pablo VI Sacerdotalis coelibatus, n. 42; mientras que aquellos no casados mantendrán el celibato según las normas del actual Código de Derecho Canónico.
2- El Ordinario (Obispo) que gobierne sobre el grupo de Anglicanos recibidos en la Iglesia, admitirá sólo a varones célibes a la orden del presbiterado. La aceptación de ministros casados al sacerdocio se realizará, como ya se ha venido haciendo, en base a una norma de “caso por caso”, según “criterios objetivos aprobados por la Santa Sede”.