VATICANO,
Miles de fieles y peregrinos se reunieron este mediodía en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI quien recordó que hoy, tercer domingo de octubre, se celebra la Jornada Misionera Mundial, y aseguró que cada cristiano tiene “un compromiso en proclamar y testimoniar el Evangelio a todos, especialmente a aquellos que aún no lo conocen”.
Refiriéndose a la Jornada celebrada bajo el lema “Las naciones caminarán bajo su luz”, el Pontífice explicó que se trata de la luz “de Dios, revelada por el Mesías y reflejada en el rostro de la Iglesia, presentada como la nueva Jerusalén, ciudad maravillosa donde resplandece en plenitud la gloria de Dios. Es la luz del Evangelio que orienta el camino de los pueblos y los guía hacia la realización de una gran familia, en la justicia y en la paz, bajo la paternidad del único Dios bueno y misericordioso”.
“La Iglesia –prosiguió el Papa- existe para anunciar este mensaje de esperanza a toda la humanidad que en nuestro tiempos ‘conoce grandes conquistas, pero parece haber perdido el sentido de las realidades últimas y de la misma existencia’”.
Asimismo enfatizó que la Iglesia bajo la guía del Espíritu Santo “es consciente de estar llamada a proseguir la obra del mismo Jesús anunciando el Evangelio del Reino de Dios. Reino que ya está presente en el mundo como fuerza de amor, de libertad, de solidaridad, de respeto de la dignidad de todo hombre, y la Comunidad eclesial siente la obligación en su corazón de la urgencia de trabajar para que la soberanía de Cristo se realice plenamente”.
Más adelante agradeció en modo particular a los misioneros y misioneras en todos su estados de vida, desde los religiosos hasta los laicos voluntarios, recordándoles que “consagran su existencia a llevar el Evangelio en el mundo, afrontando también malestares y dificultades e incluso verdaderas persecuciones”.