Piura,
El Arzobispo de Piura y Presidente de la Comisión Episcopal de Familia y Vida del Episcopado peruano, Mons. José Antonio Eguren, rechazó enérgicamente la propuesta de la comisión revisora del Código Penal para despenalizar el aborto eugenésico y en caso de violación. Ante este hecho explicó que el derecho a la vida no es una concesión de la sociedad o del Estado.
El Prelado resaltó que "la vida humana en cualquier fase o condición debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde la concepción. Es decir desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona entre los cuales está el carácter sagrado e inviolable de todo ser inocente a la vida".
"La Comisión Revisora del Código Penal ha obrado muy mal porque el derecho de todo individuo humano inocente a la vida no está subordinado ni a los individuos ni a los padres y tampoco es una concesión de la sociedad o del Estado porque este derecho pertenece a la naturaleza humana y es inherente a la persona. El camino de la Iglesia es el hombre y la defensa de su dignidad. Por eso la Iglesia defiende la vida desde la concepción hasta su fin natural".
Sobre el aborto eugenésico, cuestionó: "¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir? El aborto eugenésico se basa en el falso postulado de que sólo 'los lindos y sanos' son quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio, tendríamos motivo suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos. Además no olvidemos que los nazis realizaban el aborto eugenésico".
Al referirse al aborto por violación, el Presidente de la Comisión de Vida y Familia explicó que éste "no va a quitar a la mujer violada ningún dolor físico o psicológico producido por este repudiable acto. Al contrario, le va a agregar las complicaciones físicas y psíquicas que el aborto ya tiene de por sí".
De otro lado, precisó, "el fruto de este acto violento es un niño inocente, que no carga para nada con la brutal decisión de su padre genético. Asimismo los legisladores más expertos señalan que legalizar este aborto es abrirle las puertas a serias complicaciones jurídicas: prácticamente cualquier unión, incluso consensual, podría ser presentada como contraria a la voluntad de la mujer y, por tanto, una violación".