VATICANO,
En la cuarta Congregación General del Sínodo de los Obispos de África, algunos prelados tomaron la palabra y se refirieron a la necesidad de la formación de los sacerdotes, la necesaria ayuda a los inmigrantes y refugiados así como a la formación de una conciencia cívica y crítica que promueva el desarrollo de los laicos.
En su intervención, el Presidente de la Conferencia Episcopal de la República Centroafricana, Mons. Armando Umberto Gianni, señaló que "nos espera la delicada pero necesaria tarea de ayudar a los sacerdotes que tienen problemas para volver a encontrar el camino de la verdad".
Por ello, dijo, "esperamos del Sínodo una palabra clara y persuasiva sobre este tema. El desafío más grande es saber cómo ayudar a los sacerdotes a formar las verdaderas familias sacerdotales. Se siente la necesidad de un directorio de la vida sacerdotal".
El Obispo también resaltó el servicio de los sacerdotes en medio de los conflictos y a favor de los más necesitados y que en medio de los enfrentamientos todavía "se escucha y se busca la voz de la Iglesia porque goza de credibilidad".
Por su parte, el Vicario Apostólico de Trípoli (Libia), Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, se refirió al drama de los inmigrantes y refugiados en África y resaltó que "el fenómeno de este éxodo revela un rostro de injusticia y de crisis sociopolítica" en el continente.
Tras comentar que este fenómeno golpea duramente a Libia, el Prelado dijo que "para muchos, la inmigración es una tragedia, sobre todo porque son objeto del tráfico de seres humanos (en particular, las mujeres) y del desprecio de los derechos humanos. Pero damos gracias por su testimonio cristiano. Es una comunidad que sufre, que busca, precaria, pero llena de alegría. Y que en un contexto social y religioso musulmán hace que la Iglesia sea creíble... y vive el diálogo de la vida con muchos musulmanes".