VATICANO,
Al presidir el rezo del Angelus dominical tras la Misa de apertura de la Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, el Papa Benedicto XVI explicó que los protagonistas de este evento no son los participantes del mismo sino Dios y que lo más importante es “escuchar lo que el Señor nos quiere decir”.
El Santo Padre afirmó que el “Sínodo constituye siempre una intensa experiencia eclesial, una experiencia de responsabilidad pastoral colegial en relación a un aspecto específico de la vida de la Iglesia, o como en este caso, de una parte del Pueblo cristiano determinada en base al área geográfica”.
Tras explicar que el Sínodo no es “un congreso de estudio ni una asamblea programática”, el Papa relató que en este encuentro “se escuchan los discursos e intervenciones en el aula, se confronta luego en grupos, pero todos sabemos bien que los protagonistas no somos nosotros: es el Señor, su Santo Espíritu, que guía a la Iglesia”.
“La cosa más importante –continuó– es escuchar: escucharnos unos a otros, y todos juntos, escuchar lo que el Señor nos quiere decir. Por ello, el Sínodo se desarrolla en un clima de fe y oración, en religiosa obediencia a la Palabra de Dios”.
Al Papa, dijo luego Benedicto XVI, “le espera convocar y guiar a las Asambleas sinodales, recoger cuanto emerge en los trabajos y ofrecer luego las oportunas indicaciones pastorales”.
“Queridos amigos, África es un continente que tiene una extraordinaria riqueza humana. Actualmente, su población llega a casi mil millones de habitantes y su tasa de natalidad es la más a nivel mundial. África es una tierra fecunda de vida humana, pero esta vida está marcada con frecuencia por mucha pobreza y variadas injusticias. La Iglesia está empeñada en superarlas con la fuerza del Evangelio y la solidaridad concreta de muchas instituciones e iniciativas de caridad”.