VATICANO,
Al presidir esta mañana en la Basílica de San Pedro la Eucaristía de apertura de la Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, el Papa Benedicto XVI señaló que este continente es un "pulmon espiritual" en medio de un mundo que vive una "crisis de esperanza" y está llamado a defender la primacía de Dios, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, y a los niños.
En su homilía de la Misa que celebró junto a los Padres Sinodales de esta Asamblea que tiene como tema “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. ‘Vosotros sois la sal de la tierra … Vosotros sois la luz del mundo’”, el Santo Padre enfatizó la vocación a la santidad que todos deben testimoniar.
En su homilía, el Santo Padre resaltó la continuidad entre la primera Asamblea Especial para África, inaugurada por el Siervo de Dios Juan Pablo II en 1994, y la actual, afirmando que la primera fue “un punto de llegada de un camino, que a continuación prosiguió, y que ahora llega a una nueva y significativa etapa para su verificación y su reimpulso”.
Meditando sobre las lecturas de la Santa Misa, el Pontífice se detuvo sobre “la primacía de Dios Creador, con la perenne validez de su huella originaria y la precedencia absoluta de su señorío, aquel señorío que los niños saben acoger mejor que los adultos y es por esto que Jesús los indica como modelo para entrar en el reino de los cielos”.
“El reconocimiento del señorío absoluto de Dios es ciertamente uno de los temas salientes y unificadores de la cultura africana. Dios es el Creador y la fuente de la vida. La vida se manifiesta primordialmente en la unión entre el hombre y la mujer y en el nacimiento de los hijos; la ley divina, escrita en la naturaleza, es por lo tanto más fuerte y preeminente respecto a toda ley humana, según la afirmación neta y concisa de Jesús: ‘El hombre no divida aquello que Dios ha unido’. La perspectiva no es sobre todo moral: antes que el deber, esta se refiere al ser, al orden inscrito en la creación”, afirmó Benedicto XVI.
Seguidamente el Santo Padre enumeró los temas que deberán ser tratados por la Asamblea sinodal: “la primacía de Dios, Creador y Señor. El segundo: el matrimonio. El tercero: los niños. … El África representa un inmenso ‘pulmón’ espiritual, para una humanidad que se muestra en crisis de fe y esperanza. Pero este ‘pulmón’ también puede enfermarse. Existen dos peligrosas patologías que lo están acechando: el materialismo práctico, ya difundido en el mundo occidental, combinado con el pensamiento relativista y nihilista".