VATICANO,
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Mons. Celestino Migliore, en su intervención de ayer en la 64º Asamblea General de este organismo, resaltó que este organismo "progresará en la formación de una verdadera familia de naciones a medida que asuma la verdad de la inevitable interdependencia entre los pueblos y de que se ciña a la verdad sobre la persona humana".
El Arzobispo dijo además que es necesario "legitimar los compromisos políticos adquiridos, confrontándolos con el pensamiento y las necesidades de la entera comunidad internacional para que las soluciones tomadas reflejen los puntos de vista y las expectativas de los pueblos de todos los continentes".
"Cuanto más aumenta la interdependencia de los pueblos más se hace patente la necesidad de las Naciones Unidas" como "organización capaz de responder a los obstáculos y a la creciente complejidad de las relaciones entre los pueblos y las naciones".
Al hablar del verdadero desarrollo, el Prelado vaticano indicó que éste "implica necesariamente el respeto integral de la vida humana, que no puede desligarse del desarrollo de los pueblos".
"Desgraciadamente en algunas partes del mundo, las ayudas al desarrollo parecen estar ligadas a la disponibilidad de los países receptores para aceptar programas que desincentivan el crecimiento demográfico de algunas poblaciones mediante métodos que no respetan la dignidad y los derechos humanos", denunció.
Esa praxis, continuó, "no es de reciprocidad sino de imposición y sostener la decisión de suministrar ayudas al desarrollo en cambio de la aceptación de políticas de ese tipo es un abuso de poder".