MÉXICO D.F.,
Cuando en México 16 de los 32 estados han aprobado reformas constitucionales que defienden el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, grupos feministas orquestan una maniobra con una petición a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para "revisar" la citada reforma en el Estado de Morelos por "violar" el supuesto "derecho" de las mujeres al aborto.
Las mismas feministas explican que "en los últimos 15 meses, 16 estados mexicanos han aprobado reformas constitucionales definiendo a la persona desde el momento de la concepción, lo que significa que todos los derechos civiles tienen que ser protegidos, incluyendo el derecho a la vida y, en consecuencia, la terminación legal de los embarazos (eufemismo para el aborto) no será permitida".
Para las abortistas del Grupo de Información en Reproducción Elegida, uno de los grupos de fachada que presentó la petición, la reforma pro-vida "infringe los derechos humanos de las mujeres en cuanto a su autonomía reproductiva, salud, vida y libertad".
El Presidente del Population Research Institute (PRI) para América Latina, Carlos Polo, comenta al respecto que "una vez más vemos cómo los que están a favor del aborto no respetan ni la ley ni la opinión popular. Cuando aprobaron la ley del aborto en el Distrito Federal se llenaban la boca diciendo que había que respetar la decisión de los representantes del pueblo. Hoy que, ya no es el DF sino la totalidad del país que expresa su rechazo al aborto, acuden a una instancia internacional para neutralizar una opinión libre y soberana de los mexicanos, opinión hecha siguiendo las normas constitucionales".
"Acudir a la Comisión Internacional de Derechos Humanos –explica Polo– deja en claro que harán todo lo posible para que el aborto sea legal independientemente de que los hombres y mujeres estén o no de acuerdo".
"No nos debería sorprender la naturaleza antidemocrática y totalitaria que anima al movimiento pro aborto internacional, si lo conectamos con los abusos a los derechos humanos que se cometen en nombre de los 'derechos reproductivos'", denuncia.