Piura,
El Arzobispo de Piura, Mons. José Antonio Eguren, señaló que "las auténticas transformaciones sociales no se realizan sin una verdadera conversión de las mentalidades y de los corazones", al presidir la Eucaristía en la solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de las Fuerzas Armadas del Perú.
En su homilía, el Prelado recordó primeramente el gran esfuerzo que les supone el enfrentamiento con las lacras del terrorismo y el narcotráfico, que debe ir acompañada de la forja de "un Perú con un orden social cada vez más justo donde se corrijan los desequilibrios y desproporciones sociales".
Para lograr ese orden social, continuó, "es indispensable apelar a las capacidades éticas de la persona y a la perpetua necesidad de conversión interior que tiene el ser humano, porque las auténticas transformaciones sociales no se realizan sin una verdadera conversión de las mentalidades y de los corazones. Sólo así se obtendrán los cambios sociales que estén verdaderamente al servicio del hombre".
"La Iglesia con el anuncio del Evangelio busca cambiar desde dentro a las personas y mediante ellas a la sociedad peruana; promueve integralmente la dignidad de la persona humana y se esfuerza por transformar con la fuerza de la verdad y el amor de Cristo las situaciones y estructuras injustas que violan esa dignidad. Por ello el anuncio de la fe es hoy como ayer imprescindible para la forja de un Perú con justicia social".
Tras recordar que civiles y militares "debemos estar unidos y trabajar juntos", el Arzobispo alentó a los presentes, miembros de las fuerzas armadas, a vivir "intensamente su fe cristiana y católica. Una vida cristiana valientemente vivida por ustedes será la mejor garantía para vivir en plenitud vuestra vocación militar. La fe cristiana ennoblece y eleva las virtudes humanas que ustedes deben vivir en su vida militar como son el valor, la disciplina, el compañerismo y el sacrificio, entre otras".
Dirigiéndose a Nuestra Señora de las Mercedes, Mons. Eguren señaló que esta imagen de "María Santísima tiene sus manos abiertas hacia nosotros como invitándonos a recurrir confiadamente a Ella en todo momento".