ROMA,
El Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Cardenal Ennio Antonelli, alentó una cada vez más "estrecha unidad entre los movimientos y las comunidades parroquiales" para que las familias cristianas pasen de ser "objeto" a "protagonistas de la evangelización".
En la conclusión del seminario internacional de estudio desarrollado recientemente en Roma, el Purpurado explicó que "el primer paso está en la experiencia del encuentro personal con Cristo. Estamos llamados a acoger en la fe el amor de Dios en Cristo y vivirlo en las relaciones que tenemos y en las cosas que hacemos".
Es necesario entonces, continuó, "ser portadores de su amor a los otros, para suscitar su imagen en la Iglesia y en el mundo" lo que significa "vivir la Palabra, los sacramentos y la oración". Si la familia, agregó, vive en la comunión de Dios Uno y Trino, entonces tiene "algo más" de energía, alegría, esperanza y amor.
"Es necesario llevar el amor de Dios y de Cristo en todas las dimensiones de la vida. Como Jesús, revelando el amor del Padre ha revelado el hombre a sí mismo, así también la familia cristiana, revelando el amor de Dios, se revela a sí misma".
Por ello, "todas las familias cristianas están llamadas a evangelizar" considerando como pastoral "el conjunto de la actividad de la Iglesia, de la comunidad como tal, para sostener la evangelización".
En el encuentro también se trató el tema de los preparativos para la conferencia internacional de 2010 que tendrá como lema: "La familia, sujeto de evangelización en casa, en el propio ambiente y en la parroquia, lugar privilegiado de la pastoral ordinaria".