BUENOS AIRES,
El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Rubén Aguer, cuestionó la actitud de padres y de algunos empresarios de establecimientos nocturnos, a quienes calificó de "mercaderes sin alma", al referirse a la problemática del exceso de alcohol que deriva en hechos de violencia protagonizados por jóvenes de distritos bonaerenses.
"Son los padres los que han descuidado una responsabilidad fundamental, luego están esos mercaderes sin alma, que son los dueños de los boliches (discotecas), todo el mundo sabe que eso es un negocio donde se pone en riesgo la salud física, psicológica y espiritual de los jóvenes", advirtió en declaraciones radiales.
El Prelado platense aseguró que "este es un fenómeno que se está saliendo de cauce y hay que volverlo a su sitio". Asimismo, consideró que "el problema fundamental pasa por cómo se piensa la vida de un joven", aunque admitió que "no hay que generalizar, porque no creo que todos los jóvenes estén atrapados por la cultura del boliche".
Tras afirmar que "eso de pasarse la noche en vela, dos o tres días por semana, es una cosa insana", opinó: "no creo que luego se pueda trabajar o estudiar en forma". Mons. Aguer calificó de "compleja" la problemática derivada de la nocturnidad, aunque insistió en que "habría que poner las cosas en su sitio".
Sin embargo, reconoció que "no sé si es tan sencillo que estos negociantes reconozcan que no deben vender alcohol u otras 'cositas' que todos sabemos que circulan en algunos boliches".
"La noche no es para divertirse todo el tiempo, es una cuestión educativa que depende, ante todo, de la familia. Yo sospecho que muchos padres de familia son tan adolescentes como sus hijos", aseveró.