MADRID,
Ante una multitud de jóvenes que abarrotó la Catedral de la Almudena, el Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Cardenal Antonio María Rouco Varela, presidió el inició de la peregrinación de la Cruz de la JMJ y señaló que algunos se escandalizan de ella o la rechazan porque no entienden su significado.
Esta Cruz, que comenzará su peregrinación por Madrid para pasar luego, desde abril, a Alcalá, Getafe y el resto de España, fue recibida por muchos jóvenes que vestían las camisetas rojas con las que la recibieron en Roma, mientras algunos portaban las camisetas blancas con el nuevo logo oficial de la JMJ.
Acompañado de 11 obispos más, el Cardenal Rouco dijo que "los que se escandalizan de Cristo Crucificado y los que lo declaran una necedad, lo hacen hoy, muy frecuentemente, de forma militante".
A ellos, añadió, "les cuesta soportar el hecho de que para otros, ¡para nosotros!, sea la fuerza y la sabiduría de Dios, que salva al mundo y que guía irreversible y gloriosamente la historia".
Para referirse a la "locura de la Cruz", citó a San Pablo y advirtió que caer en el nihilismo y la creencia en el superhombre ha dejado en el siglo XX dos grandes males: los totalitarismos y las guerras mundiales.
Al acabar la celebración, cientos de muchachos acompañaron en procesión silenciosa a la Cruz de los Jóvenes con antorchas, velas e incienso, desde la catedral hasta el cercano Monasterio de la Encarnación. Allí cantaron «Pescador de hombres» y «Victoria, Tú reinarás» y recibieron la bendición del cardenal Rouco. Algunos se quedaron en adoración.