LONDRES,
Una madre inglesa vio a su hijo prematuro extremo morir en sus brazos sin asistencia médica alguna debido a que nació con 21 semanas y 5 días de gestación, dos días menos que el mínimo contemplado en los lineamientos sanitarios de Inglaterra.
Los médicos del James Paget Hospital de Norfolk ignoraron las súplicas de Sarah Capewell, quien en octubre del año pasado dio a luz a su hijo Jayden con unos cinco meses de gestación. Los médicos se negaron a asistir al bebé porque le faltaban dos días para cumplir con el requisito establecido en los lineamientos nacionales de la Asociación Británica de Medicina Perinatal, según los cuales debe ofrecerse asistencia solo a los niños que nazcan después de las 22 semanas de gestación.
Capewell declaró al Daily Mail que los médicos que la atendieron en el parto se negaron incluso a mirar al niño, que vivió por casi dos horas sin asistencia médica. El bebé respiraba sin ayuda, tenía fuertes latidos, movía brazos y piernas. Sin embargo, se negaron a trasladarlo a una unidad de cuidados especiales y le dijeron que habrían tratado de salvarlo si nacía dos días después.
"Cuando nació, sacó sus brazos y se impulsó con sus piernas", recordó Capewell y narró que una obstetriz lo describió como un "pequeño luchador".
"Yo llamaba a los doctores pero la obstetriz me dijo que no vendrían a ayudarme y tratara de disfrutar del tiempo con mi hijo", agregó.
Ella arropó a su bebé y le tomó fotos. El niño murió en sus brazos menos de dos horas después de nacer.