ASUNCIÓN,
El Nuncio saliente en Paraguay, Mons. Orlando Antonini, expresó su deseo de que los paraguayos reconozcan el sufrimiento de la Iglesia y el sacrificio que significó el abandono del estado clerical que hizo el ahora Presidente Fernando Lugo para ingresar a la esfera política.
"Espero que los paraguayos reconozcan este sufrimiento de la Iglesia, este sacrificio que la Iglesia hizo, que se valore esto", manifestó el Prelado a la prensa en la sede del Palacio de Gobierno, a donde se acercó para despedirse del mandatario paraguayo. Sin embargo, aclaró que este episodio no ha alterado las relaciones entre la Santa Sede y el país.
Mons. Antonini dijo que "la Iglesia se quedó en mal estado y necesitará años para digerir lo acontecido. Pero, esto se va a superar. Tengo la confianza en que el proceso iniciado en Paraguay, esta evolución democrática, continuará".
Tras señalar que el caso de paternidad de Lugo también es parte del problema, el Nuncio saliente dijo que la Iglesia subraya desde hace tiempo la necesidad de que los sacerdotes y religiosos equilibren su intervención en política. "Los obispos y sacerdotes deben actuar en lo social y político con la dimensión espiritual", explicó.
Indicó que los religiosos deben poner a Cristo en primer lugar y advirtió que si no se ve la cuestión social desde luz de Dios, se corre el riesgo "de que el pobre sea explotado, de que sea utilizado como pretexto para programas partidarios o de otro tipo".
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