VATICANO,
Luego de la tragedia ocurrida en las costas italianas en donde se encontró una precaria embarcación con 73 africanos fallecidos en el mar por no tener agua ni alimento, el Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, Mons. Antonio María Veglió, señaló que todo inmigrante “tiene derechos fundamentales que deben respetarse en toda situación”.
En declaraciones a Radio Vaticana sobre esta tragedia que dejó a solo cinco sobrevivientes de Eritrea que anduvieron a la deriva durante 20 días en el mar sin agua ni alimento; el Arzobispo se refirió a la inmigración que se “verifica en zonas geográficas diversas, como en el Mediterráneo, en el desierto de la frontera entre México y Estados Unidos; o en el extremo Oriente; en el África subsahariana, en donde se aprecia importantes flujos migratorios”.
“La realidad es la misma. Son seres humanos que buscan llegar a países o regiones económicamente más desarrollados, para huir de la pobreza y el hambre. Por ello están dispuestos a dejarlo todo, incluso la misma vida”.
Este problema, dijo, “como dice el Santo Padre, ‘requiere una fuerte e iluminada política de cooperación internacional para ser adecuadamente afrontado’. Entonces se da una parte importante en tratados para monitorea el mar y tomar iniciativas humanitarias; porque es legítimo el derecho de los estados para regular la inmigración”.
Pero es además, dijo el Presidente del dicasterio “un derecho humano ser acogido y socorrido. Esto se acentúa en situaciones de extrema necesidad, como por ejemplo estar a la deriva en medio del mar. Por siglos los capitanes de barcos siempre han defendido el principio fundamental del derecho del mar, que prevé que se debe socorrer siempre a los náufragos que se encuentran”; refiriéndose al hecho de que ningún barco que encontró a estas personas fallecidas los ayudó, excepto uno que les dio un poco de agua y comida.
todo inmigrante es una persona humana