Piura,
El Arzobispo de Piura, Mons. José Antonio Eguren, llamó a los presbíteros a rescatar la dimensión espiritual del sacerdocio, en una época donde se le ve más como una persona dedicada en términos genéricos al servicio de los demás, que como hombre de Dios.
"Ante una cultura contemporánea que sólo ve al presbítero como una persona dedicada en términos genéricos al servicio de los demás o como un promotor social, hoy se hace necesario poner de relieve la dimensión propiamente religiosa y sobrenatural del sacerdocio. El sacerdote es antes que nada un hombre de Dios", afirmó el Prelado durante la ordenación de cinco nuevos sacerdotes.
En la ceremonia, celebrada durante la Solemnidad de la Asunción de la Virgen, Mons. Eguren recordó a los nuevos sacerdotes que su misión es "proclamar la Verdad del Evangelio que ilumina y salva; comunicar la gracia que perdona y santifica; y manifestar el Amor del Padre que consuela y guía a su Pueblo".
En el marco del Año Sacerdotal, el Arzobispo puso como ejemplo al Santo Cura de Ars, quien con su vida testimonió que el presbítero debe vivir "un profundo amor por la Eucaristía y por el sacramento de la Penitencia o Reconciliación".
Recordó que San Juan María Vianney advirtió que "la causa de la relajación del sacerdote es que descuida la Misa. Dios mío, ¡qué pena el sacerdote que celebra como si estuviese haciendo algo ordinario!".
Mons. Eguren también llamó a los presbíteros a practicar la oración continua, porque sin ella "no hay verdadero apostolado" y "los ejercicios más santos, los ritos más augustos del sagrado ministerio, se desarrollarán mecánica y rutinariamente".