ROMA,
El Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, señaló que "el futuro de Irak debe partir de la escuela. La formación y la educación son indispensables para construir una nueva sociedad. Nuestro campo es formar cristianos y musulmanes juntos, bajo el mismo techo. Formar la juventud para favorecer las convivencia entre las distintas etnias y religiones son ingredientes indispensables para un Irak pacífico y democrático".
Así lo indicó el Prelado en entrevista concedida a L'Osservatore Romano, luego de la restitución de tres escuelas católicas a la Iglesia en el país que fueran confiscadas por el régimen de Saddam Hussein.
"La calidad de nuestras escuelas es verdaderamente buena, gracias al esfuerzo de las hermanas, muchísimos musulmanes frecuentan nuestro instituto. Esto es para nosotros motivo de gran satisfacción y nos hace esperar por un buen futuro de nuestra Iglesia", dijo el Arzobispo.
Seguidamente resaltó que "no podemos permitirnos asistir a más episodios de violencia. Debemos sacar los odios y rencores y pensar en el futuro de nuestro Irak" por lo que es necesario hacerles entender a los niños y jóvenes "que el odio y la guerra no llevan a ninguna parte".
"El mundo está cambiando, también nuestra sociedad ya no es la misma de antes y por esta razón debemos esforzarnos todos para favorecer de manera pacífica este cambio. Los iraquíes y en particular los jóvenes necesitan vivir en paz. A los muchachos que serán los líderes del país, es necesario explicarles la importancia del pluralismo, de la democracia, de la tolerancia y del compartir".
"Debemos hacerles entender –prosiguió– que respetar al otro no es demolerlo; y que el respeto es fundamental para el futuro de la sociedad".