La breve vida de una niña devota católica en Seattle, Washington, ha permitido el retorno a la Iglesia de muchos católicos y la conversión de al menos diez estadounidenses. El testimonio de fe que dio al luchar contra un doloroso cáncer ha dado numerosos frutos e incluso ha permitido la fundación de una organización dedicada a apoyar a familias con miembros enfermos.
Gloria Strauss nació en 1996, tenía seis hermanos y llevó una vida completamente normal hasta cumplir los 7 años de edad. Era amable, alegre, cariñosa y muy piadosa. Gustaba mucho del rezo del Rosario.
En una entrevista con CatholicNewsAgency.com, su padre Doug Strauss, recordó que en el año 2003 Gloria recibió un accidental golpe de pelota en el rostro y cuando la lesión desapareció quedó un bulto sospechoso.
Los médicos le diagnosticaron un cáncer avanzado conocido como neuroblastoma y le dieron entre tres meses y tres años de vida. Gloria fue sometida a una cirugía y recibió tratamientos de quimioterapia.
Un columnista del Seattle Times se interesó por la historia de la familia y su primer artículo atrajo a muchos lectores. El caso llegó a medios de todo el país, uniendo a miles de personas en una gran cadena de oración.