En entrevista concedida a ACI Prensa, el Arzobispo de Nueva York, Mons. Timothy Dolan, señaló que la "reforma sanitaria es algo bueno", sin embargo, si ésta "lleva a la destrucción de la vida, entonces ya no es atención médica; es desatención médica y nosotros (la Iglesia) no podemos ser parte de ella".
Al precisar la perspectiva católica en cuanto a la reforma sanitaria que se debate actualmente en Estados Unidos, el Prelado dijo a ACI Prensa que ésta es algo bueno. "La Iglesia lo ha estado diciendo hace tiempo" pues parte de la dignidad humana "significa tener acceso y tener atención médica primaria de calidad".
Seguidamente criticó la postura de la administración del Presidente Obama, que está considerando una postura claramente anti-vida en la reforma que se discute; e indicó que "todo sistema de atención médica existe solo para servir a la vida humana; y para nada de manera inversa".
"La vida humana no es una mercancía, un cliente, una rueda de un sistema mayor o algún tipo de red burocrática", sino "un fin en sí mismo y la atención médica debe precisar como ha de ser protegida", explicó.
Si este sistema de atención médica, continuó el Arzobispo de Nueva York, lleva a la "destrucción de la vida humana" a través del aborto, el final del cuidado de la vida, o desechando embriones humanos, entonces "ya no es más atención médica. Es desatención médica y no podemos ser parte de ella".
En la línea de lo expresado en distintas ocasiones por el Episcopado sobre la esencial defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, el Prelado afirmó que la Iglesia debe tener una voz en el debate de la reforma sanitaria "porque uno de cada cinco pacientes en Estados Unidos que está en un hospital está en manos de la Iglesia en alguna red católica de cuidados médicos".