DENVER,
La mexicana Mayra Sandoval falleció víctima de un agresivo cáncer el 8 de julio pasado. Su hijo Samuel nació solo semanas atrás, gracias al coraje de esta madre que enfrentó a los médicos que le propusieron abortarlo para intentar un tratamiento contra su enfermedad. Su esposo y amigos nunca olvidarán su poderoso testimonio sobre el inconmensurable valor de la vida.
En una entrevista con El Pueblo Católico, periódico hispano de la Arquidiócesis de Denver, el esposo de Mayra, Ricardo Flores, recordó la batalla de fe y confianza que juntos libraron en los meses previos a su muerte.
Ricardo y Mayra nacieron en México e inmigraron a Estados Unidos donde se conocieron hace tres años. Pronto se enamoraron y empezaron a convivir. En octubre del año pasado, supieron que Mayra estaba embarazada.
Meses después, los médicos detectaron que Mayra tenía un tumor en los pulmones. Era un cáncer avanzado y agresivo, por lo que le sugirieron abortar al bebé lo más pronto posible e iniciar un tratamiento para detener la enfermedad.
Ambos escogieron la vida del bebé. "Podíamos confiar en Dios y dejar que se cumpliera su voluntad. Podíamos aceptar lo que Dios nos enviara, sea bueno o malo", declaró Ricardo.
Mientras la enfermedad avanzaba, la pareja empezó a aprender más sobre su fe católica. Aída, hermana de Mayra, sostiene que ella siempre fue católica, creía "pero al igual que muchos católicos, no conocía su fe".