ROMA,
El 2 de febrero de 1990 el católico Benedict Daswa fue golpeado hasta morir por oponerse a la práctica de la brujería. Diecinueve años después, su combate contra las falsas creencias podría convertirlo en el primer beato de Sudáfrica.
Hace unos días, terminó en la diócesis sudafricana de Tzaneen la fase diocesana de su proceso de beatificación. Según informa la agencia vaticana Fides, Daswa "dio su vida para testimoniar la verdad, combatiendo las falsas creencias, y es por ello que su proceso de beatificación se ha iniciado".
La documentación de la causa está ahora en poder de Mons. James Patrick Green, Nuncio Apostólico en Sudáfrica, quien la entregará a Mons. Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Fides asegura que la documentación "de 850 páginas, es el fruto de 5 años de investigación en la que se interrogó a diversos testigos considerados de credibilidad por las autoridades diocesanas".
Mientras continúa la fase romana, se ha previsto la publicación de una breve biografía y una filmación en DVD para difundir la vida y la obra del Siervo de Dios Benedict Daswa en varios países africanos.
Según una nota biográfica, publicada por la Conferencia Episcopal Sudafricana, Benedict creció en una familia tradicional de la pequeña tribu de los Lemba, que habita la provincia de Limpopo. Se convirtió a la religión católica mientras estudiaba para ser maestro de escuela.