ROMA,
Tras los recientes hechos de violencia en la región de Mindanao, la Conferencia Episcopal de Filipinas ha establecido que el año pastoral 2009-2010 sea declarado "Año de Oración y Trabajo para la edificación de la paz y la participación de los laicos para el cambio social", poniéndose bajo el amparado del Sagrado Corazón de Jesús y el Sagrado Corazón de María.
En días pasados los prelados dieron a conocer un documento, firmado por el Presidente del Episcopado y Arzobispo de Jaro, Mons. Ángel Lagdameo, en el que subrayan que "pese a nuestros esfuerzos por la educación política y la educación para el voto, (…) desde el momento de la independencia nacional, nuestros procesos electorales se han caracterizado por la deshonestidad. Fuertes sumas de dinero son usadas por los candidatos para ser elegidos, en la perspectiva de un amplio retorno financiero a esta 'inversión'".
Los políticos, explican los prelados, "siempre han sido el espejo de la desigualdad entre ricos y pobres en nuestra sociedad. Algunos consideran que la política, como se practica en nuestro país, es una estructura de mal. Nos alarma el creciente cinismo y la apatía entre los jóvenes. Renovamos por ello nuestros esfuerzos para estar en condiciones de trabajar y llevar la esperanza".
Tras alentar a los laicos a desempeñar una buena acción política, los obispos recuerdan la exigencia que tiene todo ser humano de defender la vida, luego de recordar los incidentes violentos en la isla de Mindanao, en donde han sido asesinados muchos civiles.
"Dios proclama que es el Señor absoluto de la vida del hombre que es formado a su imagen y semejanza. La vida humana tiene un carácter sagrado e inviolable. Dios juzgará severamente toda violación del mandamiento 'No matarás'", advierten los prelados al citar el numeral 53 de la encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II.
Finalmente, el documento solicita al gobierno que promueva el respeto a las leyes y los débiles, negocie a través del diálogo con la guerrilla para alcanzar la verdadera paz; y fomente la justicia social en Filipinas.