KÖNIGSTEIN,
El Rector del Seminario Mayor de Alokolum (norte de Uganda), Mons. Cosmas Alule, informó que la Iglesia en el país ayuda a rehacer sus vidas a las personas que están dejando el campo de refugiados que existe en torno al seminario, luego de más de veinte años de guerra civil.
El Prelado relató a la asociación católica Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), que cerca del 80 por ciento de desplazados ya dejó el campo para regresar a sus lugares de origen, pues aunque el acuerdo de paz definitivo entre el Gobierno y los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor aún está por firmarse, la situación es cada vez más estable.
Sin embargo, indicó que debido a lo prolongado de la guerra, existen generaciones que han nacido en los campos de refugiados y no conocen otro estilo de vida. En el caso de los niños muchos presentan problemas de conducta y no saben lo que significa el esfuerzo y el respeto al prójimo.
Asimismo, según informó ACN-News, en el caso de los adultos han olvidado cómo ganarse el sustento diario "y toda una generación ha crecido sin saber lo que es una vida normal". En ese sentido es importante el aporte de los mayores, que han conservado los valores tradicionales y pueden transmitírselos a los jóvenes.
Ante estos nuevos desafíos, Mons. Alule indicó que los evangelizadores están recibiendo una formación especial, pues un gran número de personas han quedado traumadas de ver cómo violaban a sus hermanas, madres y otras mujeres, o secuestraban a niños y asesinaban a gente.
Asimismo, informó que en el seminario mayor estudian jóvenes de todo el país y que debido a la violencia ninguno de ellos ha salido indemne. Sin embargo, pese a los traumas, son ellos quienes se muestran comprensivos en la pastoral con los desplazados. Muchos de los seminaristas nacieron en campos de refugiados y algunos incluso fueron víctimas de secuestros.